La microdermoabrasión es un tratamiento estético que mejora la piel. Gracias a sus diferentes puntas con las que pasa por la piel puedes obtener resultados profesionales cuando se realiza con un aparato dermatològico. Durante el facial, se eliminan las impurezas faciales, se exfolia la piel y se remueven tapones de queratiina así como la capa más superficial de la piel. Tu dermatóloga agrega sustancias exfoliantes e hidratantes, así como profección solar para dar una mayor calidad y posibilidades de cambio con tu tratamiento.

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Cómo funciona la microdermoabrasión

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Este procedimiento realiza un barrido sobre la capa externa de la epidermis. Pule la piel con sus minúsculas puntas de diamante o aluminio para eliminar las imperfecciones, las pequeñas arrugas y las manchas que han podido ir saliéndote durante los últimos meses.

Como supondrás, recibe el nombre “micro” o “dermo” porque los microcristales de la máquina lo que hace es abrasar la superficie, aunque hay algunas diferencias entre ellos que explicamos más adelante. Pero decir que el tratamiento de microdermoabrasión mejora la consistencia, da una tonalidad más clara y rosada y un tacto mucho más suave al rostro. Pero también a las zonas del cuerpo donde la aplicas.

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El tiempo del tratamiento puede variar, pero lo normal es que dure entre 20 y 30 minutos.

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Los resultados son espectaculares. Nada más salir sientes que ha merecido la pena. Claro está, según la calidad de la piel y los objetivos que tienes. Pero este tipo de tratamientos de belleza son muy buenos para exfoliar la piel y forzar a que haya una renovación celular.

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¿Tiene riesgos?

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La gran mayoría de procedimientos medicocosméticos tienen algunos riesgos. Retirar parte de la piel puede producir irritación, enrojecimiento y molestias, pero utilizado adecuadamente aporta más beneficios que riesgos. Sin embargo, es importante seguir las recomendaciones de uso, no exceder el tiempo y no utilizar cuando hay enfermedades de la piel para las que está contraindicada.

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Para qué sirve la microdermoabrasión

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• Queratosis actínica.

• Melasma.

• Manchas en la cara.

• Eliminar estrías.

• Rejuvenecer la piel.

• Eliminar el aspecto envejecido de manos, rostro y escote, etc.

• Mejorar el tono y la suavidad.

   

 En general puedes considerarlo como un procedimiento que renovará la piel.

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¿Cada cuánto se realiza?

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Para mantener la piel limpia, libre de impurezas y facilitar la formación de colágeno, puedes realizarte tres a seis tratamientos al año. SI se busca el tratamiento de cicatrices por acné, estrías y rejuvenecimiento más intenso, puedes requerir sesiones semanales por 2 o 3 meses.

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¿Cuánto cuesta?

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Un facial realizado por tu dermatólogo tiene un costo variable entre $500 y $1000, basado en la calidad del aparato que emplea, así como la experiencia en el tratmiento y el tipo de sustancias que emplea durante el tratamiento para favorecer la renovación celular.

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