Los puntos negros o comedones, son la traducción de cúmulos de queratina en los llamados "poros" de la piel. Estos poros tienen la función de transportar el lubricante natural de la piel, producido por las glándulas sebáceas.
Cuando estos conductos se obstruyen por una alteración en la queratinización de la piel, se forman los comedones ("puntos negros"). La permanencia de estos puntos negros en una piel con producción aumentada de sebo, facilita la acumulación de bacterias y deriva en la presencia de acné inflamatorio, que se caracteriza por lesiones purulentas e inflamadas en el rostro.
Los pacientes que sufren de una candidad aumentada de puntos negros, suelen recurrir a manipular la piel, exprimirla, arañarla con instrumentos filosos con el afán de desaparecer estos puntos negros. Este tipo de prácticas deriva en la formación de manchas, excoriaciones, cicatrices y predispone a una variedad de acné más agresiva.
Las recomendaciones para reducir la cantidad de comedones son:
- Empleo de jabones faciales para acné con ácido salicílico y azufre.
- Uso de tiras extractoras de comedones. Está la famosa marca Bioré. Se humedece la piel a tratar y se coloca la tira, se deja secar y se retira con cuidado extrayendo sin lastimar la piel los puntos negros (fotografía).
- El empleo de retinoides todas las noches, mejora la queratinización de la piel.
- Evite productos oclusivos, pesados y oleosos sobre su piel.
Acuda con su dermatóloga para ampliar las posibilidades de mejora de este problema. Las limpiezas faciales efectuadas por un dermatólogo permiten extraer aquellos comedones más incrustados con instrumental específico. Su especialista debe recomendarle cuáles son los productos idóneos para su tipo de piel, así como la forma más adecuada de tratar su tipo de acné.
Dra. Cristina Cortés | Dermatóloga
Tel. 22 30 76 22
Río San Lorenzo 619, Fuentes del Valle, San Pedro Garza García.