Si tienes que esconder la cara después de tu tratamiento, o bien pagaste un tratamiento y no ves ningún resultado o peor aún, si tuviste una complicación y tu supuesto profesional de la salud desapareció, se niega a contestarte las llamadas o simplemente no sabe cómo atender tu problema, puede reflejar que: LO BARATO SALE CARO.
Es muy común que busquemos ahorrar en nuestros tratamientos para lucir mejor: buscamos las ofertas y precio más accesible. En ocasiones obtenemos los resultados deseados y nos sentimos afortunados de haber pagado menos, pero por lo general, usted debe considerar los siguientes puntos que pudieran explicar tratamientos más económicos y que pueden poner en riesgo su salud o no brindarle los resultados esperados:
1.- BOTOX. Si le ofrecen Botox a mitad o menos del precio que se lo ofrece un profesional de la salud entrenado para aplicarlo (dermatólogo o cirujano plástico), debe sospechar de que la persona quien se lo ofrece pudiera estarle aplicando un material caduco o a punto de caducar, o aplicarle una dosis diluida que solo le dará el efecto deseado por algunas semanas. Considere también que para una aplicación profesional de Botox, el médico especialista se ha preparado en conocer a fondo las propiedades farmacológicas de la sustancia, conoce a la perfección la anatomía facial y sobre todo, en caso de una complicación estará ahí para atenderle y resolver su problema.
2.- RELLENOS DE ÁCIDO HIALURÓNICO. Existe una gama interminable de productos que contienen ácido hialurónico inyectable. Éste se usa para atenuar surcos y conferir volumen a determinados sitios de la cara. Las ampolletas de 1 ml de Laboratorios de reconocimiento científico, aprobadas por los principales organismos farmacéuticos en este país, tienen solamente como costo del producto (sin contar los gastos asociados a la aplicación: preparación médica, consultorio, insumos) desde $3000 hasta $10,000 pesos por mililitro. Encontrará ofertas alucinantes que ofrecen aplicárselo desde $900 pesos. Dude siempre de que el producto que se le aplica es confiable, puede estar aprobado para otros usos, pudiera estar contaminado y ofrecer un efecto de rápida caducidad.
3.- APARATOLOGÍA. Es muy común que existan spas o clínicas de belleza que ofrecen radiofrecuencia, cavitación y luz pulsada entre otros, desde $800 a $1000 pesos por 10 sesiones! Considere que el costo mínimo por un aparato buena calidad (material con potencia de cambio, ensamblaje de calidad, etc) cuesta desde $250,000 pesos al profesional que lo adquiere para ofrecerlo a sus pacientes. Ello explica que haya sesiones tan económicas en el mercado, puesto que son aparatos de dudosa procedencia y efecto cuyo costo oscila desde $2500 pesos (el mismo que usted adquiere en un Liverpool). Ahí es posible que obtenga resultados pobres o que se ponga en riesgo que la aplicación o supervisión de su tratamiento se realice por un profesional sin entrenamiento y no esté ahí para resolver sus dudas o complicaciones en caso por ejemplo de una quemadura.
Esté muy alerta de estas consideraciones. NO busque lo más barato, busque calidad y sobre todo, recuerde que el resultado depende del profesionalismo de la persona que se lo aplique y su disposición a informarle y atenderle en todo momento. El precio que paga es el precio que le brinda seguridad y mayor probabilidad de satisfacer sus expectativas. Recuerde que un médico especialista fue al menos de 12 a 14 años a prepararse para atenderle e invirtió horas de estudio, preparación, se actualiza y mantiene un consultorio o clínica por el que también paga para ofrecerle la mejor experiencia. Tome en cuenta todo esto a la hora de seleccionar el lugar donde se hará sus tratamientos y sobre todo recuerde verificar la cédula de especialidad de su médico para no ser engañado por usurpadores de profesión.
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Dra. Cristina Cortés | Dermatología Monterrey
Tel. 22 30 76 22
Río San Lorenzo 619, Fuentes del Valle, San Pedro Garza García, NL.